El restaurante ofrece comida tradicional y mariscos.
La atención en el restaurante es buenísima, con un personal increíble que atiende tus necesidades más pequeñas.
Las raciones son abundantes y la comida es muy rica, con platos como lubina y ensalada absolutamente fantásticas, cocinadas a la perfección y servidas con estilo.
El restaurante tiene una ubicación inigualable, con unas maravillosas vistas a la catedral desde la terraza.
El servicio en el restaurante es extraordinario, con un esfuerzo por parte de los camareros para ofrecer un servicio digno de un buen restaurante en Santiago de Compostela.