En la Plaza de Galicia se encuentra un parque infantil que garantiza diversión para los más pequeños, además de ser un punto de partida ideal para visitar la ciudad.
Me encantó pasear por Santiago y sus plazas, especialmente la Plaza de Galicia. A pesar de estar en el centro, pude disfrutar de la tranquilidad del lugar.
Me sorprendió ver dos secuoyas en la plaza, algo que no esperaba. A pesar de tener solo 75 años, lucen saludables y vigorosas.
Los aseos no los visité, pero sé que están disponibles. Además, la admisión de perros está permitida, lo cual es genial para quienes viajan con sus mascotas.
Considero que la Plaza de Galicia es una gran realización del mejor gobierno que ha tenido Santiago. Además, el parking cercano, aunque no muy caro, suele tener una alta ocupación debido a su ubicación céntrica.