El restaurante se encuentra en Rúa do Olvido 22, en Santiago de Compostela.
Hace más de 3 siglos, un terrateniente construyó la casa para que su hija olvidara un amor prohibido por un campesino. La calle donde se encuentra el restaurante lleva el nombre de Rúa do Olvido en honor a esta historia.
Los platos son espectaculares, con especial mención a las croquetas de queso y el postre de crema y cacahuete. La cocina es de muy buen material con gran ejecución y sabor estilo gallego.
El personal es muy amable y atento, asegurándose de que los clientes no les falte de nada. El servicio es insuperable y el ambiente es acogedor.
Los clientes destacan la comida exquisita, la atención del personal de 10 y la terraza preciosa donde se puede disfrutar de la comida. Recomiendan el lugar y planean volver sin duda.