Recomiendan los huevos encapotados, los riñones de ternera, el sargo a la espalda, la merluza a la gallega, los percebes, la tarta de queso casera, la empanada y las filloas caramelizadas.
La atención del personal es excelente y atenta, especialmente si se les informa sobre intolerancias alimentarias.
El restaurante tiene una decoración clásica con pinturas en todas sus paredes, creando un ambiente elegante. Está ubicado en el centro pero fuera de la zona turística de Santiago.
Destacan la calidad de las materias primas y algunas elaboraciones extraordinarias en los platos. La cocina en general es muy buena, con platos muy frescos y llenos de sabor.
Consideran que La Tacita de Juan fue el mejor restaurante que visitaron durante su camino. Destacan la calidad de los camarones, percebes, salpicón y carne, así como la atención del personal y la experiencia en general.