Saludos, queridos lectores. Soy Twist, un buscador de secretos y cronista de las historias ocultas en las piedras de las ciudades. Hoy os traigo una fábula que se desarrolla en el corazón de Santiago de Compostela, en el majestuoso Pazo de Fonseca. Acompañadme en esta aventura llena de intriga y enigmas.
El Misterio de las Piedras Antiguas
En una tarde lluviosa, típica de Santiago, me encontraba paseando por las calles empedradas de la ciudad, cuando mis pasos me llevaron al imponente Pazo de Fonseca. Este edificio, que alguna vez fue el núcleo inicial de la Universidad de Santiago, guarda en sus muros historias que el tiempo ha intentado borrar. Sin embargo, las piedras tienen memoria, y yo, Twist, estoy aquí para desentrañar sus secretos.
Al cruzar el umbral del Pazo, sentí una extraña energía que me invitaba a explorar. La fachada, terminada en 1688 por Diego de Romay, parecía observarme con sus detalles barrocos, como si quisiera contarme algo. Decidí seguir mi intuición y comencé a recorrer los pasillos, cada uno más intrigante que el anterior.
En mi recorrido, me encontré con un anciano bibliotecario, el guardián de los libros y las historias del lugar. Con una sonrisa enigmática, me habló de un manuscrito perdido, un documento que contenía los secretos de la construcción del Pazo. Según él, el manuscrito había sido escrito por Alonso de Covarrubias, el supervisor de las obras, y contenía detalles que nunca fueron revelados al público.
El Manuscrito Perdido
Intrigado por la historia del bibliotecario, decidí buscar el manuscrito. Me dirigí a la biblioteca del Pazo, un lugar donde el tiempo parecía haberse detenido. Las estanterías, repletas de libros antiguos, susurraban historias de siglos pasados. Comencé a buscar entre los volúmenes, guiado por una intuición que me decía que el manuscrito estaba cerca.
Después de horas de búsqueda, encontré un libro que parecía diferente a los demás. Su cubierta de cuero estaba desgastada, y al abrirlo, descubrí que contenía notas y dibujos de la construcción del Pazo. Sin embargo, lo más sorprendente fue encontrar un mapa oculto entre sus páginas, un mapa que señalaba un lugar secreto dentro del edificio.
Con el mapa en mano, me dispuse a seguir las indicaciones. El camino me llevó a una puerta oculta detrás de un tapiz, una puerta que parecía no haber sido abierta en siglos. Con un poco de esfuerzo, logré abrirla y me encontré en una sala secreta, un lugar que parecía haber sido utilizado por los constructores del Pazo para reuniones clandestinas.
El Secreto Revelado
En la sala secreta, encontré un cofre antiguo cubierto de polvo. Al abrirlo, descubrí documentos que revelaban un secreto sorprendente: el Pazo de Fonseca había sido construido sobre un antiguo templo celta, un lugar de culto que había sido ocultado por la historia. Los documentos explicaban cómo los constructores habían utilizado las energías del lugar para dotar al Pazo de una atmósfera especial, un aura que aún se percibe hoy en día.
Con este descubrimiento, comprendí que el Pazo de Fonseca no solo era un lugar de aprendizaje, sino también un puente entre el pasado celta de Galicia y su presente académico. Las piedras del Pazo, cargadas de historia, seguían contando su historia a aquellos que, como yo, estaban dispuestos a escuchar.
Al salir del Pazo, sentí una profunda conexión con la ciudad de Santiago de Compostela. Había desentrañado uno de sus secretos mejor guardados, y sabía que aún quedaban muchos más por descubrir. La ciudad, con su mezcla de historia y misterio, seguía siendo un lugar de inspiración para un cronista de secretos como yo.
Así concluye esta fábula, queridos lectores. Espero que hayáis disfrutado de este viaje al corazón del Pazo de Fonseca y que os animéis a acompañarme en futuras aventuras. Hasta entonces, me despido con un cálido saludo.
Atentamente,
Twist, el cronista de secretos.
